Ensayo “El ser de la enfermería”
¿Cuál es el ser de enfermería? Cuestionarnos sobre el
ser de algo nos lleva inmediatamente a una reflexión filosófica sobre el
propósito u funcionalidad de un objeto o de una persona. Para poder
respondernos esta pregunta, debemos tener autoconciencia plena de que existimos
y que por tanto tenemos un rol dentro de este mundo. Para Heidegger somos seres
arrojados en esta tragedia llamada mundo, pero que debemos unirnos unos a otros
para poder subsistir, nos vemos obligado a cuidar a otros para poder
desarrollarnos como especie o sociedad y aquí nace el concepto de humanidad; seres
pensantes que desarrollaron lenguaje y expresión de ideas, con una
autoconciencia de si pero también con una plena conciencia del para si como
sociedad u comunidad.
Además este ser es transversal en el tiempo,
trae incluido en si un inconsciente colectivo que se lo
otorgan los años; en este caso la enfermería desde sus inicios en el mundo
clásico se constituía de la buena
voluntad de religiosas, para luego en pleno tiempo de cruzadas constituirse en
manos de militares templarios de forma rígida y disciplinario, pasaron los
siglos y llegamos a una supeditación de la enfermería bajo la medicina, para
que en medio de este escenario, en pleno siglo XIX apareciera Florence Nightingale
con una mirada de “profesionalización
del cuidado” añadiendo a los elementos ya nombrados ( caridad, disciplina y
medicalización) una base teórica que dignificaba el que hacer de las
enfermeras, dándoles un rol especifico el cual era “ cuidar”.
Es con Florence Nightingale donde nace la autoconciencia
plena del ser de enfermería, ella por medio de su teoría nos entrega eso, nos da una base donde sustentarnos para
poder decir que somos ya que tenemos un rol o funcionalidad clara y distinta a
la de la medicina, sin embargo la historia de subyugación a la medicina ha
sido un yugo difícil de quitar para la disciplina, desde el uso de la toca,
hasta defender las intervenciones y diagnósticos propio, esto nos ha traído
como consecuencia una imagen social un tanto difusa, para la población en
general tenemos una imagen un tanto confusa sobre nuestro rol y principalmente
autonomía. Como bien manifiesta Foucault que analiza el ser y poder dentro
de la sociedad, explica que la
enfermería nunca tuvo poder de status social a diferencia de la medicina por que
no ha habido un discurso que explique lo que hace el enfermero.
Sin embargo este discurso ahora se ve en las variadas
teorías de enfermería que van desde la base de Florence hasta las mas modernas
como las de Virginia Henderson que surge a mediados del siglo XX. Es así que
nos constituimos como una DISCIPLINA JOVEN por medio del sustento teórico, pero
con una acción tradicional desde siglos.
Poseer disciplina nos lleva a manejar conocimiento
propio como lo es el proceso de enfermería y a tener una conciencia menos
abstracta de lo que somos como PROFESIÓN.
El ser de la enfermería constituye el cuidado no solo
físico de la persona enferma, nos involucra a unos con otros de manera
holística, nos lleva a mirar al otro humano con una mirada de TRASCENDENCIA, es
decir, dejar un legado en los demás personas, que el cuidado holístico que ejercemos sobre este ser biopsicosocial
tenga un impacto, sea este positivo o negativo, es aquí donde cabe la
responsabilidad ética del SER enfermero. ¿Desempeñamos nuestro SER con plena
conciencia del impacto que podemos causar en la persona y sociedad?
El Ser de la enfermería es mas que poner vías venosas,
hacer curaciones y administrar medicamentos, es mirar al otro no con una mirada
de pena por su condición sino mas bien de compasión, empatía y de trascendencia
que se manifiesta en un espíritu de “ no te rindas estoy contigo”, es brindar
la oportunidad a los demás de que confíen en nosotras y que nosotras confiemos
en ellos, brindando los conocimientos necesarios para promocionar su
autocuidado y ser capaces de defender también a lo que por motivos variados no
pueden satisfacer sus necesidades, careciendo de autonomía para decidir.
Ser enfermero es mirar al otro mas allá de la salud o
enfermedad, es mirarlo como similar a mi independiente de su condición social, es
proteger al otro por medio de educación y acciones propias de la enfermería de
condiciones que atenten contra su integridad física, psicológica, social y humana entendiéndose como
todo acto que atropelle la dignidad del ser humano. Es defender la vida y la
calidad de vida, es defender una mirada de amistad entre humanos, de escuchar y
ver necesidades que otros no serían capaces de ver, no es solo mantener la
gestión de un servicio, es manejar recursos sociales para el beneficio de la
mayoría sin dejar en menor dignidad a las minorías.
Ser enfermero es un VIRTUD, que se debe EJERCER CON
EXECELENCIA, con PRINCIPIOS ETICOS CLAROS, que se toma de la libertad propia
del que decide llevar este camino para lograr que la libertad de las personas
que lo rodean sea autónoma, es respetar y defender la libertad
irrenunciable a la que estamos
condenados los humanos, es dejar de ser seres arrojas a este mundo para
cohesionarnos y evolucionar juntos a una calidad de vida mejor, por medio de la
mirada al otro como un “igual”.
La perdida del ser nos lleva a desvincularnos y
confundirnos, es necesario actuar aquí y ahora para cambiar no solo a al
disciplina sino al sistema de salud que compromete a la sociedad y el vinculo
de los usuarios con entidades de salud.
Pero para poder SER también se necesita ESTAR, no debe
quedar este discurso del ser solo en la verbalidad, debe ser manifiesto en
acciones de la disciplina, en calidad humana, en principios éticos como la
justicia y verdad que no solo deben quedar en el “papel” ni en “un discurso que
suena bonito”. Si queremos recuperar el ser y esencia de enfermería DEBEMOS
actuar como deberíamos ser para lograr así ESTAR empoderados de nuestra
disciplina, logrando identificación social y transcender con los que nos
rodean.
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